¿Sabes cómo debes limpiar tu mueble de acero inoxidable? Acá te damos algunos trucos para que siempre luzca brillante.
El acero inoxidable es un material ampliamente conocido y valorado por sus propiedades únicas, que lo hacen ideal para una cantidad inimaginable de aplicaciones. Se trata de uno de los materiales preferidos para la fabricación de muebles, utensilios, equipos técnicos en los diferentes campos de la industria productiva. Una de las principales razones para preferirlo es su fácil limpieza.
La limpieza del acero inoxidable resulta ser una labor muy sencilla, si se cuentan con los consejos y los insumos necesarios. Quédate para averiguar cómo debe ser la limpieza del acero inoxidable industrial, qué cosas se deben tener en cuenta previamente, y cómo preservarlo por más tiempo.
Sin embargo, para saber cómo limpiar y cuidar una cosa, es recomendable saber exactamente qué es esa cosa. Entonces, si quieres saber cómo limpiar y extender la vida útil de tu mesa, gabinete, cocina, locker, lavamanos o cualquier otro elemento fabricado en acero inoxidable industrial, debes saber qué es el acero inoxidable.
¿Qué es el acero inoxidable?
El acero inoxidable, increíblemente, es más nuevo de lo que crees: data de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. No es un material que se encuentre en la naturaleza, dado que se trata de una aleación. Es decir, es un material compuesto por otros materiales. Las aleaciones tienen propiedades muy propias, que dependen de su composición química.
El hierro, que sí se encuentra en la naturaleza, es el principal elemento que compone al acero inoxidable. A este, se le añade entre un 10 y un 12% de cromo. Este es el acero inoxidable clásico, por así decirlo. El cromo le da al acero su brillo característico al tiempo que le brinda una ligereza que no tiene le hierro; por otro lado, lo blinda contra la oxidación mediante un proceso llamado pasivación.
Este proceso se debe, principalmente, al cromo. Este elemento hace que en la superficie del acero inoxidable, que está en contacto con el ambiente y su intemperie (especialmente al aire), se cree una película o capa pasiva de óxido de cromo. Esta capa es pasiva, o inactiva, que no daña ni perjudica la estructura del acero inoxidable.
Asimismo, hay otros tipos de acero inoxidable, cuyas diferentes composiciones los dotan de diferentes propiedades. Tenemos, por ejemplo, el acero inoxidable austenítico, que cuenta con un pequeño porcentaje níquel y de carbono. O el ferrítico, que no posee níquel y el cromo se haya menos presente. O el martensítico, que es especialmente resistente a los cambios bruscos de temperaturas extremas. Hay muchísimos tipos, pero todos comparten, en mayor o menor medida, las mismas propiedades.
Propiedades del acero inoxidable
- Estético.
- Duradero.
- Higiénico.
- Resistente a golpes y rayones.
- Resistente a altas.
- temperaturas.
- Resistente a la oxidación.
Aplicaciones del acero inoxidable
Después de haber visto las virtudes del acero inoxidable, te imaginarás la cantidad tan enorme de aplicaciones que ha encontrado en los campos tanto doméstico como industrial y comercial. Y no es sorprendente, porque se trata de un material ideal tanto para el trabajo pesado por su gran resistencia, como para trabajo doméstico, por su versatilidad, aspecto y ligereza.
Una de las principales aplicaciones del acero inoxidable tiene lugar en el campo farmacéutico, de la salud y de la preparación de alimentos. ¿Por qué? Precisamente por las propiedades anteriormente mencionada, pero especialmente porque el acero inoxidable repele la presencia de microorganismos potencialmente peligrosos para la salud, lo que nos permite afirmar de él que es un metal antiséptico.
¿Cómo logra ser tan higiénico? Pues esta es una cualidad muy propia del acero inoxidable. Es una consecuencia de sus otras virtudes: al ser tan resistente a los golpes y a los rayones, la superficie del acero inoxidable permanecerá siempre lisa. No tendrá abolladuras ni hundimientos en donde se pueda alojar material orgánico, que es el lugar ideal para que proliferen microogranismos patógenos.
Casi puede decirse que los rayones del acero inoxidable “se curan” solos. Esto, como sabrás, se debe al proceso de pasivación. La consecuencia directa es que la superficie se mantiene lisa e inmaculada en todo momento. Además, siento tan lisa, su limpieza resulta muy fácil, y puede realizarse más frecuentemente sin comprometer la integridad del metal.
Limpieza del acero inoxidable
Como viste, el acero inoxidable es especialmente resistente y duradero respecto a otros materiales. La limpieza del acero inoxidable es realmente sencilla, pero debes tener en cuenta que, como el resto de materiales, su aspecto general dependerá de un cuidado frecuente. Además, ten en cuenta que la limpieza del acero inoxidable no solamente repercute en el aspecto y la vida útil del material: incide directamente en la higiene y, por lo tanto, en tu salud.
Pero te preguntarás, ¿Cómo limpiar adecuadamente el acero inoxidable? ¿Qué cosas se deben tener en cuenta? Aunque el acero inoxidable destaca por su durabilidad, su aspecto podría verse deteriorado si no se cuida adecuadamente. Pues bien, no se necesitan cuidados especiales ni productos químicos engorrosos difíciles de conseguir. Con los insumos que tienes en tu casa, basta.
Antes de limpiar…
Considera que el uso que le diste al acero inoxidable. Considera qué tipo de suciedad es la que quieres remover del material. No se someten a las mismas condiciones siempre: una cocina es diferente a una fábrica, exigen diferentes cosas del acero. Si quieres que la limpieza del acero inoxidable sea perfecta, ten en cuenta lo que sigue…
¿Cómo debe ser la limpieza del acerco inoxidable?
- Si el tipo de suciedad es aceite o grasa de cocina, considera limpiarlo con agentes hidrocarbónicos, como el alcohol. Posteriormente, esparce detergente suave y abundante agua, preferiblemente caliente. Termina la limpieza del acero inoxidable con un paño seco para remover el exceso de agua.
- Si se trata de machas por pegante o adhesivos, lo ideal es usar soluciones de benceno o metilato. El pegante puede quitarse fácilmente si se calienta agua con un poco de detergente en polvo y se le aplica directamente. Cepillar con un cepillo suave. Quitar los excesos con un paño seco.
- Si la suciedad se debe al carbón y manchas causadas por el fuego, lo ideal es el amoniaco. Pero, antes de aplicarlo, es recomendable enjuagar con abundante agua. Se cepilla suavemente y se retiran los restos con un paño seco.
- Si hay manchas de óxido transferidos por otro metal, es recomendable utilizar ácido oxálico y dejarlo actuar por espacio de 20 minutos. Al final, limpiar con un paño con agua jabonosa y al final con un paño seco.
De este modo, la limpieza del acero inoxidable estará completa. Recuerda hacerlo periódicamente.
¿Qué no debes hacer?
A pesar de que el acero inoxidable, por definición, no se deteriora por la humedad, puede opacarse si después de cada limpieza no es secado correctamente. Por lo tanto, procura no dejarlo húmedo.
El cloro es innecesario. El acero inoxidable es ya estéril. Si aplicas cloro, lo único que lograrás es transmitir su olor penetrante.
Evita que los productos químicos que apliques sobre el acero inoxidable durante más tiempo que el recomendable. Podría provocar manchas difíciles de quitar.
¿Cómo mantener brillante el acero inoxidable?
Suele pasar que el acero inoxidable se mancha. Cuando el agua está contaminada por algún químico y se evapora, el químico puede adherirse a la superficie del acero y mancharlo. El truco para deshacerse de esas desagradables manchas es el vinagre. Así, la limpieza del acero inoxidable será impecable.
Basta un poco de vinagre diluido en agua, esparcida por un paño para quitarlas definitivamente. Al final, como siempre, recuerda dejar seca la superficie con un paño.